Qué es COORDIEP

COORDIEP es la Junta Coordinadora de Asociaciones (nacionales y provinciales) de la Enseñanza Privada de la República Argentina.

COORDIEP es un órgano representativo, pluralista y federal de la Educación Pública de Gestión Privada de la Argentina. Desde hace más de 30 años fortalece el crecimiento de una educación de calidad en todos los niveles y modalidades educativas, en ámbitos urbanos y rurales en los diferentes contextos del país.

Es un espacio de intercambio, discusión y colaboración sobre temas educativos nacionales e internacionales. También es un espacio de encuentro y de reconocimiento de la diversidad de valores compartidos entre las instituciones educativas confesionales y laicas.

COORDIEP es un órgano de acción que impulsa la libertad de enseñanza, la autonomía de gestión y la construcción de una escuela acorde al Siglo XXI.

Un poco de historia

Al promediar el año 1988 un grupo de educadores preocupados y ocupados por el bien y la libertad de la educación argentina, resolvieron algo que la enseñanza privada del país esperaba desde hacía más de tres décadas.

La resolución fue, tender la mesa de la coordinación escolar, para todos los que conduciendo escuelas, colegios, institutos y universidades, creadas por la sociedad argentina, se consideraban maduros para la acción conjunta.

En marzo de ese mismo 1988, el país había vivido el final de los cuatro años de trabajos del Congreso Pedagógico.

Los sucesivos debates, clausurados en la Asamblea Nacional de Embalse de Río III en la provincia de Córdoba, habían provocado los encuentros y los desencuentros de la sociedad argentina, por la defensa de criterios de concepción del hombre y de la vida, para dar, o seguir dando, fundamentos a la enseñanza nacional y a los derechos de todos los agentes educativos en la prestación del servicio escolar.

Mucho debieron los resultados positivos de los debates a la acción conjunta de las comunidades educativas de las escuelas y colegios de origen privado. Se repitió lo ocurrido en los seminarios nacionales de educación de los años 1958 a 1960.

Durante el Congreso Pedagógico comprobamos necesidades de acciones conjuntas mantenidas, no sólo accidentales. Necesidades de acciones no sólo defensivas, sino propositivas, para lograr soluciones, sobre la base de los aportes y de la participación de todos los sectores, en síntesis nacional que a los argentinos históricamente nos ha costado concretar.

Los soñadores que seguimos soñando, los optimistas profesionales, los caminantes tras utopías posibles de mejoramiento de la educación del país, los educadores, supimos que no estábamos solos, que la sociedad argentina comprendía y compartía nuestros afanes, que éramos más los que queríamos una educación de calidad y de excelencia para todos.

Nos habíamos encontrado. No estábamos tan solos como creíamos. Nuestras propuestas coincidían y podían acordarse con las de los diversos sectores sociales.

Descubrimos que juntos podíamos más, porque éramos más, porque compartíamos mucho y entre todos podíamos aportar soluciones vitales.

Se había dado lo que denominamos un estado de madurez. Habíamos descubierto la multiplicación posible de efectos, si coordinábamos todo lo que ya hacíamos separados. Seguíamos soñando, pero se concretaban aspectos de la utopía que seguíamos y seguimos creyendo posible.

Veíamos el esfuerzo conjunto factible, para enjugar déficit educativos y concretar soluciones de mejor formación humana que la sociedad argentina sigue debiendo a sus miembros jóvenes.
Durante casi más de tres décadas habíamos soñado con esa unión, como eficaz operación para defender soluciones de ca1idad, pertinencia y excelencia.

La mesa de la coordinación

La mesa se tendió al promediar 1988. A su vera se fueron acercando, con verdadero desinterés patriótico, de servicio a la sociedad, sin mezquindades de preeminencia, con humilde sentido de pares con criterios de servicio, las instituciones que orientan las distintas confesiones religiosas, los grupos propietarios en los que son numerosos los maestros y profesores que después de destacadas actuaciones docentes han llegado a concretar sus propias empresas pedagógicas, los directivos y rectores, los colegios de diferentes modalidades y planes y las universidades.

Muy pocos no aceptaron la convocatoria. La mesa resultante fue absolutamente representativa y significativa. Fue la mesa de la pluralidad y de la libertad. La que mejor cuadra a una república democrática, como la nuestra.

Esta mayoría de conductores y responsables de instituciones escolares privadas no formó una cámara. Hubiera sido un enfoque sectorial empresario. No estructuró un frente para la acción.

Hubiese sido sectorialmente ideológico. No pretendió un “lobby” más, a pesar de sus fuerzas potenciales. Hubiera sido una acción carente de profundidad y amplitud. No es la “Junta Coordinadora de Asociaciones de la Enseñanza Privada” una convergencia accidental para la defensa exclusiva de los intereses de la enseñanza de origen social. Se hubiera caído en un egoísta enfoque parcial, no patriótico, por su sectorialidad.

Quiénes la integran

Ni cámara, ni frente, ni lobby, ni convergencia accidental. Es una concreción madura de quienes además de aportarle a la familia argentina los servicios de instituciones educativas de todos los niveles del sistema nacional, funcionando, en libertad y con el reconocimiento oficial, han querido unirse para trabajar por el alto ideal de la mejor educación para todos los argentinos, sin perder cada una de ellas sus características propias. manteniendo su accionar específico, que la sociedad necesita, para la orientación, iluminación y mejoramiento de las propias instituciones educativas.

Como en el salmo bíblico, quienes ocuparon sus lugares fueron “renuevos de olivo” en tomo de la mesa de la coordinación, de la unión, del entendimiento, de la comprensión, de los acuerdos, del encuentro, por el bien común.

Esos “renuevos de olivo” fueron los representantes de la educación católica, israelita y evangélica, los propietarios de colegios laicos, las universidades privadas interesadas en el funcionamiento de todos los niveles del sistema, los colegios bilingües y de planes internacionales, los institutos terciarios de profesorado y técnicos, los directivos y rectores, las asociaciones provinciales, de Buenos Aires, Misiones, Neuquén y Río Negro, los numerosos institutos de educación para alumnos discapacitados.

Todos estos ”renuevos de olivo” desde hace ya cuatro años comparten responsabilidades y realizan acciones conjuntamente.

La tarea cumplida

Durante este denso transcurrir de la historia de los años 88, 89, 90, 91 y 92 hemos trabajado en la defensa de los derechos de todos los agentes educativos.

Debimos enfrentar anteriores intentos de reformas escolares, que planteadas como hechos consumados, concretaron criterios de exclusión. Nuestras razones fueron expuestas públicamente y logramos márgenes de libertad y vigencia de derechos de opción para la aplicación de lo inconsultamente resuelto.

Trabajamos con técnicas de seminarios participativos en la elaboración de la doctrina sobre la libertad de enseñanza para todo tipo de educación, la de origen estatal y la de origen social o privado. Logramos la orientación de especialistas de primer nivel, para la consideración de la problemática planteada.

Marcamos diferencias de criterios entre modelos escolares usados por autoridades provinciales y nacionales.

Alertamos al gobierno de la provincia de Buenos Aires sobre los inconvenientes de los planteos educativos y culturales de la reforma constitucional aprobada por ley provincial.

Solicitamos y logramos con adecuada respuesta de los actuales Ministerio Nacional y de la Superintendencia Nacional de la Enseñanza Privada el diálogo y la participación para la resolución de los problemas del sector y para las reformas en marcha del sistema escolar.

Llevamos al Parlamento Nacional las preocupaciones de la educación privada por las transferencias y la ley general o federal de educación y lo hicimos propositivamente, con sentido constructivo, frente a la futura legislación reordenadora del sistema educativo nacional.

Simplificamos trámites de funcionamiento a las lejanas escuelas misioneras.

Rechazamos uniformes y obligados criterios normativos para imponer reestructuras pseudo-participativas del gobierno escolar.

Nada de lo que hace o afecta, directa o indirectamente, a la tarea profunda de educar, nos ha sido ajeno, en estos largos años.

Desde la axiología, hasta la organización escolar, pasando por las cuestiones gremiales, previsionales, de financiamiento, impositivas, de costos, aranceles y aportes estatales y privados.

Hemos defendido la vigencia, y la correcta aplicación, del modelo argentino desarrollado en 1947, por la ley nacional 13047, reglamentada por el Poder Ejecutivo Nacional por el decreto 12179, de 1960 y perfeccionado por los decretos nacionales 15 y 371 de 1964 y 2542 de 1991 para el funcionamiento de la escuela de origen social o privada reconocida en el sistema educativo nacional.

Consideramos que la incorporación, la gestión propia de los institutos y la contribución del Estado Nacional para la disminución de los costos de la enseñanza a los padres de familia son equitativas y poseen elementos defendibles, al lograr asistir a las familias, a través del financiamiento del todo o las partes, de los sueldos docentes exigidos por los planes de estudio oficialmente aprobados y concretar, además, las posibilidades de diversidad de opciones, dentro del sistema, para el alumnado de todos los niveles y modalidades no universitarias, desde el preprimario hasta el terciario y el post-grado docente.

Las tareas enunciadas, y muchas más que están en publicaciones, carpetas de propuestas, comunicados de prensa, solicitudes a las autoridades nacionales y provinciales, expedientes iniciados y tramitados, orientaciones para las asociaciones y para los colegios, constituyen esa experiencia de trabajos de todos por todos que ha cumplido cuatro años y que certifica, ahora; esta publicación.
Cuatro años que hemos querido celebrar trabajando, como cuadra a nuestro momento histórico e informando sobre nuestro trabajo.

No sólo nos ocupan los problemas que se dan de las paredes de las escuelas para adentro, sino también las enfermedades y los peligros de la sociedad argentina y sus manifestaciones fuera de las escuelas, pero que llegan a condicionar o pueden condicionar, desde fuera, las acciones, formativas dentro de las escuelas, en función de la salud física, psíquica y moral de los alumnos.

COORDIEP, participó en el “programa de formación de agentes para la prevención de la drogadicción”. Con la participación de todas las asociaciones nuc1eadas, y a través de la conducción de su Secretaría General, COORDIEP hizo funcionar 7 centros en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, que fueron una primera camada de agentes multiplicadores para la acción preventiva.

Sentimos significativo lo hecho en estos años, pero creemos importante lo que podemos, entre todos, hacer en el futuro. Seguimos soñando. Aspiramos a más. El país y su educación lo necesitan.

“Paso a paso y acabadamente”, como Pestalozzi recomendara, iremos haciendo posible la utopía. Continuaremos realizando sueños. Seguiremos realizando. No creemos ser infundadamente optimistas.

Integración

Nos anima todo el potencial que la COORDlEP nuclea.

La fuerza educadora de la Iglesia Católica, con sus escuelas esparcidas por todo el país, desde antes del nacimiento de la Patria.

La calidad y eficacia formativa de las escuelas israelitas argentinas, con su sistema de excelencia para la importante colectividad judía.

Las acciones formativas de las escuelas evangélicas, en ciudades y en apartados rincones de nuestras fronteras.

Las diversas escuelas laicas, cuyos propietarios han invertido con confianza en acciones mejoradoras de sus alumnos.

Las universidades, con sus aportes de nuevos modelos académicos para el país.

La sorprendente capacidad de servicio educativo y social de las escuelas para alumnos discapacitados.

Los consejos de rectores y las asociaciones de directivos de preprimaria y primaria, verdaderos centros de formación de dirigentes escolares.

Las escuelas, más biculturales que bilingües, enriquecedoras de esquemas formativos.

Los cientos de institutos terciarios formadores de docentes y técnicos superiores distribuidos en el país, las escuelas parroquiales de la ciudad de Buenos Aires, servicios educativos populares de todos sus barrios.

Las escuelas y colegios y los profesionales de las provincias de Buenos Aires, Misiones, Neuquén y Río Negro. Los institutos que cumplen requisitos de planes internacionales dentro de currículos oficialmente aprobados por nuestro país.

Los colegios técnicos católicos y los institutos de formación agraria.

Configuran todos un verdadero circuito de calidad, de diversidad y de libertad, que le da notas verdaderamente republicanas al sistema educativo nacional.

Estas son nuestras razones para seguir soñando y proyectar nuevas realizaciones.

Razones cualitativas indudables y también cuantitativas de significación, dentro del total del sistema. Una quinta parte del total del sistema, es el aporte de origen social.

La educación privada concreta, con sus cantidades y sus cualidades, lo que denominamos el circuito escolar de origen social o privado.

En este circuito no pueden producirse retrocesos, ni estancamientos. Tiene que ser dinámico. La familia es la primera supervisora. Anualmente evalúa y ratifica, al renovar, curso por curso, las matrículas de sus hijos. Esas matrículas renovadas son expresión de la confianza de la sociedad argentina en la potencialidad formativa de la escuela privada.

Año a año, sin decrecer, en forma creciente, un sector significativo de la sociedad argentina, perteneciente a todas las clases socio-económicas, ya que las escuelas privadas incorporadas a la jurisdicción nacional son mayoritariamente gratuitas, acepta y elige propuestas de educación institucionalmente potenciadas por propósitos formativos agregados a los establecidos para toda la educación nacional. También aceptan y eligen propuestas diversas de planes, programas, currículos integradores de enfoques educativos enriquecidos por soluciones pedagógicas de planes aprobados experimentalmente primero y definitivamente después, que diversifican y actualizan el demasiado uniforme panorama educativo nacional y las ya caducas soluciones curriculares del país.

Consideramos que nuestras reflexiones son justas y oportunas. Son pertinentes. Corresponden. Se adecuan a las posibilidades de despegue de nuestro país.

Creemos que hemos hecho de la crisis, una oportunidad. El mejoramiento de la formación de los argentinos es el comienzo de la superación de nuestras crisis. Formamos una dirigencia capaz de sacar fuerzas del cansancio. Capaz de iniciar experiencias, a pesar de circunstancias adversas. Capaz de continuar lo iniciado, en función de aspiraciones y sacrificios compartidos con las familias argentinas, a pesar de períodos pasajeros de incomprensiones gubernamentales. Por todo, capaz de convertir la crisis en oportunidad.

Las escuelas de origen social y sus dirigentes y responsables han cumplido su parte en la tarea de dejar individualismos, evitar sectarismos, omitir aislamientos mezquinos, encontrar sendas comunes, recorrerlas en forma coordinada para, con inteligencia, multiplicar resultados, por el bien de todos.

Lo han concretado. Lo han practicado durante estos cuatro años en los que le han dicho al país, con su ejemplo de acciones concertadas, que han llegado los tiempos para las acciones comunes que harán superar la fase actual de la crisis, para pasar al cambio, a la superación, a la oportunidad.

El Hno. Septimio

Recordemos, antes de terminar, a quien nos acompañara y orientara, con su inmensa experiencia de educador, desde el primer día de COORDlEP y que hoy ya no está con nosotros.

COORDlEP debe mucho al Hno. Septimio, protagonista indiscutido, por décadas, de la acción educativa católica y orientador de la enseñanza de origen social de todo el país. Comprendió nuestros ideales, los compartió. Fue una prueba más de su autenticidad y la consecuencia de Septimio por las causas nobles de la educación.

Su ausencia debe ser hoy para nosotros estímulo, pues deberemos suplir con mucho trabajo y con mucha inteligencia todo lo que él aportó a estos primeros años de COORDlEP.
Celebremos y también demos gracias. Cada uno a quien deba y crea que tiene que agradecer.

Por lo mucho recibido en estos años que celebramos y por las fuerzas que tenemos para seguir la tarea emprendida.

La Argentina, nuestra Argentina, la Patria de todos, es la que nos convoca para redoblar acciones de bien común semejantes a las que iniciamos en 1988 en nuestra Junta Coordinadora de Asociaciones de la Enseñanza Privada de la República Argentina.

Prof. Alfredo Manuel Van Geldern


Objetivos de COORDIEP

La Declaración de Principios y Organización de COORDIEP afirma que sus fines y propósitos son:

1. Propender a la plena vigencia de la libertad de la cultura como suprema expresión de la inteligencia y la voluntad del hombre y afirmación de su naturaleza social.

2. Defender, consiguientemente, el derecho de cada hombre de adquirir la verdad y de poder transmitirla libremente a los demás mediante la vigencia del principio constitucional de enseñar y aprender.

3. Afirmar “el derecho incontrovertible” de cada familia para elegir el tipo de educación que han de dar a sus hijos: “la libre opción del educando para escoger la enseñanza que más convenga a su vocación, capacidad e intereses” y las facultades, derechos y obligaciones de todos los agentes educativos y sus delegados según nuestra tradición y en el marco del régimen constitucional argentino, en lo que es materia propia de su competencia según su naturaleza y jurisdicción.

4. Promover el desarrollo de la enseñanza de iniciativa privada, plural, democrática e integrada de pleno derecho al sistema educativo oficial.

5. Velar para que no se ponga obstáculo alguno al funcionamiento normal de las escuelas, de modo que los estudios puedan desarrollarse sin trabas conforme a las tradiciones nacionales, religiosas y lingüísticas de los habitantes.

6. Evitar toda discriminación, diferenciación, exclusión, limitación o preferencia en el campo de la educación para reafirmar el principio de la igualdad de oportunidades por medio de la libre elección de servicios educativos para todos.

7. Afirmar y defender por todos los medios posibles el reconocimiento del derecho de abrir y organizar escuelas; formular fines y objetivos institucionales y el desarrollo curricular de la enseñanza; designar y mantener libremente a su personal; elegir textos y utilizar los métodos más idóneos; disciplinar la vida escolar y su régimen interno; calificar y promover al propio alumnado; otorgar títulos y participar equitativamente en los presupuestos educativos y en el gobierno de la enseñanza.

8. Cooperar con el Estado Nacional, las provincias y las municipalidades para fortalecer el sistema educativo argentino y elevar la calidad de vida por medio de una mejor educación, impartida y recibida en libertad, que esté al servicio del bien común, conforme con los valores de la nacionalidad y con los principios, derechos y garantías consagrados por la Constitución Nacional.


Declaración de Principios y Organización de COORDIEP

En la Ciudad de Buenos Aires, a los nueve días del mes de junio de mil novecientos ochenta y ocho se reúnen en la sede del Consejo Superior de Educación Católica los representantes de las instituciones abajo consignadas y que suscriben la presente a los efectos de dejar constituida la Junta Coordinadora de Asociaciones de la Enseñanza Privada de la República Argentina, que utilizará como sigla COORDIEP.

1. La Junta estará integrada por las asociaciones fundadoras y todas aquellas asociaciones o universidades privadas que asuman y compartan sus objetivos y sean admitidas.

2. Serán sus fines y propósitos:

– Propender a la plena vigencia de la libertad de la cultura como suprema expresión de la inteligencia y la voluntad del hombre y afirmación de su naturaleza social.

– Defender, consiguientemente, el derecho de cada hombre de adquirir la verdad y de poder transmitirla libremente a los demás mediante la vigencia del principio constitucional de enseñar y aprender.

– Afirmar “el derecho incontrovertible” de cada familia para elegir el tipo de educación que han de dar a sus hijos: “la libre opción del educando para escoger la enseñanza que más convenga a su vocación, capacidad e intereses” y las facultades, derechos y obligaciones de todos los agentes educativos y sus delegados según nuestra tradición y en el marco del régimen constitucional argentino en lo que es materia propia de su competencia según su naturaleza y jurisdicción.

– Promover el desarrollo de la enseñanza de iniciativa privada, plural, democrática e integrada de pleno derecho al sistema educativo oficial.

– Velar para que no se ponga obstáculo alguno al funcionamiento normal de las escuelas, de modo que los estudios puedan desarrollarse sin trabas conforme a las tradiciones nacionales, religiosas y lingüísticas de los habitantes.

– Evitar toda discriminación, diferenciación, exclusión, limitación o preferencia en el campo de la educación, para reafirmar el principio de la igualdad de oportunidades por medio de la libre elección de servicios educativos para todos.

– Afirmar y defender por todos los medios posibles el reconocimiento del derecho de abrir y organizar escuelas, formular fines y objetivos institucionales y el desarrollo curricular de la enseñanza, designar y mantener libremente a su personal, elegir textos y utilizar los métodos más idóneos, disciplinar la vida escolar y su régimen interno, calificar y promover al propio alumnado, otorgar títulos y participar equitativamente en los presupuestos educativos y en el gobierno de la enseñanza.

– Cooperar con el Estado Nacional, las provincias y las municipalidades para fortalecer el sistema educativo argentino y elevar la calidad de vida por medio de una mejor educación, impartida y recibida en libertad, que esté al servicio del bien común, conforme con los valores de la nacionalidad y con los principios, derechos y garantías consagrados por la Constitución Nacional.

3. La Junta Coordinadora se ajustará a las siguientes pautas de organización y procedimiento.

3.1. Se reconocerán dos categorías de entidades integrantes de la Junta Coordinadora: las entidades activas y las entidades adherentes. Las activas serán las entidades fundadoras y las que se incorporasen o se hubiesen incorporado a la Junta con ese carácter e integran su Plenario por representar a establecimientos de gestión privada con base nacional o provincial.

Todas las entidades civiles deberán poseer personería jurídica. Las entidades nuevas que presenten su solicitud deberán informar también sobre la denominación social y domicilio de sus escuelas asociadas y proporcionar la nómina de su Comisión Directiva con nombre, domicilio, teléfono y e-mail de sus miembros.

Todas las entidades deberán proporcionar los datos necesarios para efectuar periódicamente los relevamientos que determine el plenario. Las adherentes son las que habiendo sido o teniendo posibilidades de ser entidad activa opten por escrito por mantenerse en esa categoría.

3.2. Las entidades activas tendrán voz y voto en cada plenario. Las adherentes tendrán esos derechos cuando estén presentes por medio de un delegado en el plenario en paridad con las entidades activas. Las entidades activas deben designar un representante titular en el plenario y un suplente. Las entidades activas que no pudiesen integrar regularmente el plenario deberán comunicar por escrito esa circunstancia para eliminarlas del cómputo a los efectos de determinar el quórum. Ello sin perjuicio de actuar con voz y voto en el plenario en que pudiesen concurrir.

Cada entidad mantendrá su independencia en lo que hace a su funcionamiento y relación con sus asociados y representados, comprometiéndose a no difundir por sí lo tratado y concertado en común hasta que no sea dado a conocer públicamente.

3.3. Cada entidad activa estará representada ante la Junta Coordinadora por un delegado titular y un suplente. Sólo tendrá voto el delegado titular y en su ausencia el suplente. Cualquier otro integrante de su Asociación que se presentare a las sesiones no tendrá ni voz ni voto aunque podrá sugerir a su delegado las mociones que correspondiera exponer. En caso de ausencia del titular y suplente quienes los reemplacen, salvo su presidente, deberán concurrir munidos de una carta poder.

3.4 La Junta Coordinadora se reunirá en plenario semanalmente o cuando circunstancias especiales determinen su convocatoria. Cada sesión será presidida rotativamente por el delegado titular de cada entidad activa con sede en la Ciudad de Buenos Aires por orden alfabético. Las sesiones serán convocadas ordinariamente en la sede de la Junta, sin perjuicio de que con anticipación se resuelva efectuarla en la sede de una entidad activa, en cuyo caso, si fuera posible, su presidencia corresponderá a su presidente.

3.5 La designación del Secretario Ejecutivo se efectuará por el voto de los dos tercios de los presidentes de las entidades o de sus delegados con carta poder especial para representarlos, reunidos en Asamblea de Presidentes convocada por el Plenario y con citación fehaciente efectuada por el Secretario Ejecutivo saliente Serán sus funciones:
a) Fijar la sede ordinaria de la Secretaría Ejecutiva.
b) Convocar a reuniones ordinarias o extraordinarias y sesiones de presidentes previo voto del plenario de delegados.
c) Proveer las coordinaciones necesarias en cumplimiento de la Declaración de Principios.
d) Representar ordinariamente a la Junta Coordinadora.
e) Mantener relaciones con la prensa y medios de difusión, siendo el único vocero de la Junta.
f) Proveer los medios para el funcionamiento regular de las comisiones.
g) Llevar por sí o por su secretario administrativo los registros de asistencia , actas, archivos y biblioteca de la Junta Coordinadora.
h) Suscribir la correspondencia que generen las misivas, notificaciones u oficios recibidos.
i) Presidir cualquier comisión establecida cuando asi lo requieran las necesidades del servicio.
j) Cualquier otro mandato que le otorgue la Junta.

El Secretario Ejecutivo será designado por un plazo de tres años y podrá ser reelegido por otro período igual por una sola vez.

3.6 En su relación con el interior del país, el Secretario Ejecutivo contará con la asistencia de un coordinador ad-honorem, preferentemente perteneciente a una de sus asociaciones.

3.7 El Secretario Ejecutivo podrá ser asistido por un asistente técnico y un auxiliar administrativo designados por la Junta a su propuesta.

3.8 Las deliberaciones serán secretas y su contenido quedará asentado en actas que deberán aprobarse en el Plenario subsiguiente. Las decisiones se adoptarán por mayoría de los dos tercios de las entidades activas representadas en cada reunión.

Las disidencias por votos fundados deberán ser consignadas en la respectiva acta. Las asociaciones se reservan el derecho de dar a conocer a sus asociaciones la posición en disidencia que eventualmente pudieren plantear con relación a alguna de las decisiones adoptadas. Cuando el tema, a juicio de una institución tuviese entidad suficiente para ser resuelto por unanimidad, su delegado podrá plantear una moción de orden en tal sentido antes de su debate. Si no existiere unanimidad cada asociación quedará en libertad de acción. Las actas siempre serán suscriptas por los asistentes a la reunión.

3.9. La Junta Coordinadora está facultada para organizar grupos de trabajo y convocar a asesores técnicos en las distintas disciplinas que hacen a su objetivo y finalidades. Como mínimo, sin perjuicio de que se creen otros grupos con fines específicos y por tiempo determinado, deberán funcionar las siguientes comisiones: Pedagógica, Jurídica Institucional y de Relaciones Laborales, de Conferencias, Seminarios y Encuentros y una Comisión de Finanzas.

3.10 Cuando fuere necesario la representación de la Junta podrá ser integrada por otros delegados que lo harán presididos por el Secretario Ejecutivo. También con carácter extraordinario se podrá designar un vocero ad-hoc.

4. Para reformar este documento se requerirá una mayoría de los dos tercios de las entidades adheridas reunidas en Asamblea de Presidentes. La misma mayoría se exigirá para incluir nuevas asociaciones o excluir a aquellas que no cumplieran con los compromisos asumidos.

5 Los gastos que demande el funcionamiento de la Junta Coordinadora serán aprobados por el Plenario. Anualmente y antes de la segunda reunión plenaria del mes de noviembre y para ser tratado en esa sesión, la Comisión de Finanzas deberá proponer el presupuesto para el año siguiente que fijará el valor mínimo de la contribución mensual de marzo a diciembre incluido, de cada entidad activa.

Las entidades adherentes deberán contribuir con los porcentajes de las cuotas que aporten las entidades activas que se fijen en la misma sesión del Plenario. Cualquier excepción deberá ser discutida en el Plenario con informe de la Comisión de Finanzas.

Toda contribución que se reciba con destino a cubrir las necesidades de la Junta, sea de sus propias entidades integrantes o de terceros, será administrada por una asociación específica con personería jurídica que tendrá como fines principales “cooperar y sostener la actividad de la Coordiep”. Deberá manejar el movimiento financiero de la Junta , actuar como empleadora de sus funcionarios rentados, abonar cualquier erogación relacionada con la Junta y efectuar cualquier operación comercial, económica o financiera que acreciente los fondos disponibles en tal sentido. Para una mayor explicitación de sus actos podrá fijarse otros objetivos que no fuesen incompatibles con los ya enunciados.

Dicha Asociación será integrada por todas las entidades activas de esta Junta que carecieran de impedimentos para hacerlo. Para formalizar su particular relación con la Junta se deberá suscribir un contrato de administración entre las partes.